Libar
Al médico, como a todos los ciudadanos, le está permitido opinar.
Él y toda la ciudadanía no deberían incurrir en expresiones fundamentalistas.
Los médicos, en su carácter de tales, y casi todos los ciudadanos no están formados para gobernar o legislar.
Asimismo, entre los que gobiernan y legislan, la cantidad de ejemplares capacitados para hacerlo resulta exigua.
Todo este preámbulo apunta a emitir el siguiente consejo médico:
Libar -moderadamente- preparados con alcohol no hace mal.
No beberlos hace mejor.
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