¡Maneje bien!

 Un tango popular principia, “Las tardecitas de Buenos Aires…” y me hace evocar a choferes, torpes, asesinos y a la justa sintaxis. 


Recorro los manidos, trillados y gastados ejemplos del uso de la coma y los sentidos de una frase y confluyo en dos rarezas.


“Asesino al volante”. Corresponde a un sintagma; sirve para indicar el modo criminal de manejar un vehículo.


“Asesino, al volante…”. Cobra significado cuando se completa la oración. Solo describe a un matador que está manejando; sin alguna singularidad que destacar.


Todo para decir: ¡Maneje bien!

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