Veteranía
Ha pasado los sesenta… quién sabe los setenta.
Luego de una duradera noche, despierta en la alborada.
Nada le duele, le pica o le punza.
Las coyunturas, los huesos y los músculos, todo está en orden.
Solo caben dos posibilidades: sucedió una maravilla o está muerto y no lo sabe.
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