Falla del idioma

 Una insuficiencia del castellano, hasta el momento no resuelta.

 

Si alguien recibiese la orden de salir al paso o al encuentro de otra persona, representada con el pronombre le, nos encontraremos ante un defecto del idioma.

 

La segunda persona singular del modo imperativo: sal -al paso de él-, se debería decir y escribir salle, lo cual no da ni para escribirlo ni para decirlo correctamente.

 

Con una licencia, no admitida por la Mismísima Academia Española, se pronunciaría así: Sal-le, pero -como dijimos- se escribe salle y se debería leer según la norma ortográfica.

 

En resumen, un verdadero atolladero para los profesores del idioma oficial.

 

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