Tótem

El factor que traspasa los tiempos.

Personifica a una deidad y opera siempre como base de la psicogénesis.

Imprescindible para un gobernar que incluya la tarea de mantener cohesionados a los grupos humanos, sabiendo que éstos, a medida que aumentan en número, tienden a la disgregación.

Debido al aumento cuantitativo y, secundariamente, cualitativo poblacional se hizo necesaria la multiplicación de las deidades. Así tuvo lugar el ya extinto politeísmo. 

El siguiente nivel de crecimiento vegetativo exigió una mayor eficiencia en el ejercicio de dirigir. Iniciado en la Edad de Bronce y liderado por Moisés, el denominado monoteísmo, una especie de súper tótem, aportó los recursos simbólicos requeridos.

Si bien el paganismo ha desaparecido, no lo hizo en ningún otro sentido que en el de la Aufhebung hegeliana: lo suprimido persiste en el modo de profesar al monoteísmo que lo sucedió. 

Aún rige la pauta monoteísta y ella no se limita a la religión propiamente dicha, sino que se comprueba en los sistemas de pensamiento vigentes.