J'accuse¹
Le atribuyo a Don Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) el haber contribuido a la plaga que hoy experimentamos como fetichismo. Principalmente, el que se le impone a las del género femenino y que los pasivos varones consumen activamente.
El tratamiento irónico del personaje de Aldonza Lorenzo (joven granjera dedicada a la limpieza del corral de los cerdos), se agudiza al renombrarla como Dulcinea del Toboso (poseedora de todos los encantos propios de los folletos publicitarios).
No toco el tema de la eufonía de los nombres, sino el de la carga idealizante, el de la impotentización del valor fálico.
También lo acuso de ingrato. Demos por seguro de que su vida erótica tenía más relación con las mujeres trabajadoras que con las inútiles de nombre grácil: aunque discutible también lo de grácil: la tal Dulcinea, ¿adolecía de diabetes mellitus (dulce)?
¹ Título de una carta de Émile Zola en defensa del (judío) capitán Alfred Dreyfus.
Bravo! Atte Gustavo
ResponderBorrar