De las afueras
Imito una charla moderna de campo.
Se lo dije así, pa' que me entienda:
—Simpatizo con el prejuicio, pero amigo, lo que se dice amigo, no soy—.
Como el complemento directo (el prejuicio) quedó tácito, unos cuantos se angustiaron con lo de que no soy amigo (del prejuicio), pero sí me simpatiza (el prejuicio), puesto que tomaron literalmente al término “amigo”.
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