"La prodigiosa historia de los canarios que, sin ser pájaros, trinan."
Capítulo Uno
Cuenta la leyenda que, en la remota isla de La Gomera (Canarias) se practicaba una extraordinaria habilidad denominada Silbo Gomero; un lenguaje donde los fonemas eran reemplazados por silbidos.
A través de profundos barrancos y valles y de tierras montañosas, durante siglos, los habitantes del archipiélago desarrollaron ese impar modo de comunicarse y al cual le suponían ocultos poderes mágicos.
Por aquel entonces existía un famoso navegante llamado Simbad el Marino; sus aventuras han sido relatadas en numerosos cuentos y leyendas. Se decía que Simbad había recorrido todos los océanos conocidos y había experimentado innumerables aventuras y maravillas.
También había un misterio que rodeaba sus orígenes y su identidad. Algunos susurraban que Simbad era en realidad Ulises, el astuto héroe de la Guerra de Troya.
Capítulo dos
Simbad o Ulises, durante uno de sus viajes, habría fondeado en La Gomera. Fascinado por los silbadores y su capacidad para transmitir mensajes a distancias sorprendentes, de más de 5000 metros, decidió asimilar la técnica; cosa que logró en cierto tiempo, ganándose la consideración de los lugareños.
Un día, mientras exploraba la región, Simbad descubrió en una cueva un antiguo mapa que mostraba el recorrido hacia una islilla desapercibida que prometía poseer preciosos tesoros ocultos, así como criaturas nunca vistas. Sin embargo, para entender cabalmente la carta, había una complicación: ésta estaba escrita en una lengua extraña. Simbad, recordando la fuerza mágica del Silbo Gomero, se acercó a los naturales para que lo auxilien. Los generosos lugareños le tradujeron lo escrito en silbidos, para que se le haga comprensible al venturoso Simbad.
Sabiendo que no resistiría la tentación de experimentar esa nueva odisea, Simbad decidió iniciar la travesía hacia el inexplorado paraje, a la cual se les sumaron los gomeros.
Capítulo tres
Una vez descifrado el plano, Simbad-Ulises y su grey se embarcaron con rumbo al recóndito islote. Durante el viaje, la tripulación empleaba el Silbo Gomero para transmitir órdenes, advertencias y, de este modo, surcar velozmente los vastos mares.
Finalmente llegaron a destino: un asombroso lugar colmado así de maravillas como de peligros.
Mientras buscaban los tesoros, tuvieron que afrontar temibles experiencias y darles lucha a criaturas mitológicas, en la vida imaginadas. El poder del Silbo Gomero no se hacía esperar: el Marino y los nativos se comunicaban de manera eficiente y coordinada en sus movimientos, sorteando cada dificultad que se presentaba.
Al cabo de variadas peripecias lograron encontrar los ansiados tesoros.
Felices emprendieron el regreso. Fueron recibidos con gran afecto y reconocimiento.
Enseñanza
La leyenda expone el sentido valioso de los nexos humanos y cómo el conocimiento de las antiguas tradiciones puede abrir puertas hacia nuevas y sensacionales vivencias.
Que la historia se transmita de generación en generación: el ingenioso Silbo Gomero aún lo practican unas 20.000 personas.
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