Maniqueo
Si el balompié se equiparara a un cosmos, en el de Argentina se subvierte la mitología.
En esta y de modo incesante, el malo de Caín le quita la vida al bueno de Abel.
Pero hubo una vez en la que Abel lo sucedió a Caín y no le hizo falta matarlo.
Desde que falleció Diego Maradona, Lionel Messi comenzó a lograr todos los palmareses que merecía por su virtuosa dedicación al arte futbolístico.
Mientras aquel estaba, junto a sus adictos, se encargó activamente de impedirlo.
... Y al que se presente sin contradicciones, no habría por qué creerle ni por qué no hacerlo.
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