Promediaba el siglo XIX
En una entrevista al excepcional detective Auguste Dupin le presentaron la fórmula: "Jamás ha ocurrido un crimen en el que se hayan borrado perfectamente las huellas del mismo".
Dupin aprobó la sintaxis, pero no el contenido de la frase. No obstante, prosiguió de modo heurístico:
"Hallan el cadáver del sereno de una cuadra. El asesinato habría ocurrido entre las 2 y las 3 de la madrugada. Aunque no hay pistas claras, se sospecha del propietario de un sulky".
Siempre según el prestigioso héroe creado por E. A. Poe,
El homicidio se ha consumado perfectamente.
La investigación recién tiene lugar.
En tanto se ejecuta, a todo crimen le va la calificación de perfecto. El dogma de su inexistencia no enfoca rigurosamente la tarea del detective.
Otra cuestión criminalística pasa por cuán borrables resulten las huellas del delito.
Una palabra lleva a la otra... Los excesos metonímicos no son culpa de la retórica.
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