Oὐ τόπος¹
Estamos trabajando en el diseño de una república donde el gobierno no sea privilegio sino penitencia.
Cuando la corrupción se hizo carne, los dioses forjaron un collar de serpientes: el Collar de Ananké. Compañera de Cronos, es la diosa de la necesidad, el apremio y la inevitabilidad. Quien lo porte, no gobernará por deseo, sino por destino.
Yugular la corrupción requeriría que, para ejercer cargos en el Poder Ejecutivo, se establezca un dispositivo de elección forzada.
Gente buena y calificada, a la que no le convenga aceptar el cargo.
Más que obligarlas, forzarlas a gobernar. Deberán pagar un alto tributo durante el mando y recibir penalizaciones severas por el mero hecho de la titularidad y, más severas aún, si no lo aceptan o si renuncian.
¹ Utopía.
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