Propio de la estación primaveral

El primate del que derivó nuestra especie habría experimentado un florecimiento instintual durante la estación primaveral; sobre todo por el incremento lumínico estacional.

Por cómo funcionaba la manada, durante la primavera las hembras responderían activamente a los fines reproductivos de la especie.

En la actualidad del sistema hormonal femenino, persistirían vestigios fisiológicos de la era del pitecántropo.