Momentos en la vida de un Francisco

Durante el transcurso del imperecedero Siglo de Oro español, que abarcó más de un siglo, un Siervo de los siervos de Dios¹ -de melifluo carácter- empezó a sufrir ideas persecutorias.

Para no parecer loco y estar a la altura del áureo período, dijo sentirse como Quevedo entre los yuyos.

¹ Fórmula para citar al Santo Padre.

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Quevedo, al ser visto por accidente haciendo sus necesidades en un yuyal apartado del camino, escuchó exclamar: 

                       ¡Qué vedo!²

A lo que respondió: ¿Hasta el culo me conoces?

² Qué veo.